(Fuente: Europa Press)

Los niveles de hierro en el cerebro pueden predecir el riesgo de discapacidad en la esclerosis múltiple, según un estudio llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina y Ciencias Biomédicas Jacobs de la Universidad de Buffalo (Estados Unidos) y que ha sido publicado en la revista ‘Radiology’.

La esclerosis múltiple es una enfermedad que afecta a tres componentes claves del sistema nervioso central: las neuronas (fibras nerviosas), la mielina (la cubierta protectora alrededor de las neuronas) y las células que producen mielina. Los síntomas comunes suelen incluir debilidad, espasticidad y dolor, si bien en muchos pacientes la patología progresa dejándoles «severamente discapacitados».

Actualmente, la prueba para detectar la atrofia cerebral es la principal medida para predecir el deterioro cognitivo y físico de un paciente con esclerosis múltiple, si bien este método tarda mucho en realizarse, por lo que la comunidad científica está trabajando en desarrollar uno nuevo que reduzca los tiempos de diagnóstico y, especialmente, que permita predecir más rápido la posibilidad de padecer discapacidad.

Ante este escenario, los estudios de resonancia magnética de la concentración de hierro han surgido recientemente como una medida prometedora de los cambios en el cerebro asociados con la progresión de la esclerosis múltiple. Y es que, el hierro es vital para diversas funciones celulares en el cerebro, incluida la mielinización de las neuronas, y tanto la sobrecarga de hierro como las deficiencias de hierro pueden ser dañinas.

«Se sabe que hay más hierro en las estructuras de la materia gris profunda en pacientes con esclerosis múltiple, pero también hemos visto en la literatura reciente que hay regiones donde encontramos menos hierro en el cerebro de estos pacientes», han dicho los investigadores.

Para llevar a cabo su trabajo, los expertos compararon los niveles de hierro cerebral en personas con esclerosis múltiple con los de un grupo de control saludable mediante el uso de una técnica avanzada de MRI llamada mapeo de susceptibilidad cuantitativa. Una región del cerebro con más hierro tendría una mayor susceptibilidad magnética y una con menos hierro tendría una menor susceptibilidad.

Los investigadores realizaron la técnica de mapeo en 600 pacientes con esclerosis múltiple incluidos 452 con enfermedad en etapa inicial y 148 cuya enfermedad había progresado. En comparación con los 250 participantes de control sanos, los pacientes tenían niveles más altos de hierro en los ganglios basales, un grupo de estructuras profundas en el cerebro que son fundamentales para el movimiento.

Sin embargo, los pacientes tenían niveles más bajos de hierro en su tálamo, una región cerebral importante que ayuda a procesar la entrada sensorial al actuar como un relevo entre ciertas estructuras cerebrales y la médula espinal. El menor contenido de hierro en el tálamo y el mayor contenido de hierro en otras estructuras de materia gris profunda de las personas con esta enfermedad se asociaron con una mayor duración de la la misma, mayor grado de discapacidad y progresión de la enfermedad.

Esta asociación con la discapacidad clínica persistió incluso después de ajustar los cambios en los volúmenes cerebrales de cada estructura individual. «En esta gran cohorte de pacientes con esclerosis múltiple y controles sanos hemos informado, por primera vez, que el hierro aumenta en los ganglios basales, pero disminuye en las estructuras talámicas. El agotamiento o el aumento de hierro en varias estructuras del cerebro es un predictor independiente de la discapacidad relacionada con la enfermedad», han detallado los expertos.

Los resultados apuntan a un papel potencial para el mapeo de susceptibilidad cuantitativa en los ensayos clínicos de nuevos fármacos prometedores. Los tratamientos actuales que involucran medicamentos antiinflamatorios no evitan que los pacientes con EM desarrollen discapacidad.